Por Patricia Vargas Casiano
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Luego de reevaluar si se le otorgaba el permiso a la organización de Miss Puerto Rico para celebrar el concurso en el Centro de Bellas Artes de Santurce, su director general Ricardo Cobián Figeroux, confirmó ayer a este diario que el 12 de noviembre las 42 aspirantes a la corona nacional podrán desfilar por ese escenario.
“Reuní a toda la gerencia de Bellas Artes y discutimos un posicionamiento político que tiene que ver con la dignidad, y en contra de las expresiones racistas de Donald Trump, y decidimos que vamos a aprovechar la coyuntura del certamen para hacer una denuncia pública como centro anfitrión del Miss Puerto Rico”, sostuvo Cobián Figeroux.
Las expresiones estarán a cargo del ejecutivo y se harán durante los primeros minutos de la apertura del evento que será transmitido localmente por WAPA, y en Estados Unidos a través de WAPA América.
“Las declaraciones se harán directamente a este señor (Trump) para que tengan mayor impacto y proyección en Estados Unidos. Eso será más efectivo que si cancelamos la celebración del concurso en nuestras instalaciones porque esté ligado a Trump”.
Comentó el ejecutivo que la noticia que apareció recientemente en los medios informando que Trump estaba en vías de vender su parte de un 49% del Miss Universe, y el removerle el “Miss Universe” al título de Miss Puerto Rico, aportó a la resolución.
“De esa manera se cumplen con los principios políticos y salvaguardamos también el aspecto económico, ante la participación de técnicos, maquillistas, peluqueros, escenógrafos, y una lista enorme de personal artístico y técnico, que a fin de cuentas a quien afecta es a Puerto Rico, y sobre todo, a las ilusiones de las participantes”.
La controversia, que llevó al director de ese centro a negarle el derecho de presentar el evento en Bellas Artes, se dio tras los comentarios racistas del precandidato a presidente de Estados Unidos contra los inmigrantes mexicanos. Cobián Figeroux redactó entonces una carta dirigida a los tenedores de la franquicia local, Luis Vigoreaux y Desirée Lowry, indicándoles que “no formalizaría el contrato para la presentación del concurso”, siguiendo una resolución del Senado que rechaza el discrimen.