9 de enero de 2015
La creación y el desarrollo de empresas nativas adquieren cada vez mayor pertinencia en el Puerto Rico de hoy, sobre todo debido a la contracción económica y crisis fiscal por la que atraviesa el país desde el año 2006. El empresarismo, en términos generales, adquiere sentido y relevancia pues se ha ido convirtiendo en una herramienta efectiva, a corto y mediano plazo, para paliar la crítica situación económica. Son pequeños y medianos empresarios dispuestos unir esfuerzos para invertir capital en ideas innovadoras y en proyectos comerciales que, a distintos niveles, propicien una mayor actividad económica.
Dentro del concepto de empresarismo, las empresas culturales son una importante variante que aporta significativamente al desarrollo económico del país. Las industrias culturales puertorriqueñas generan anualmente miles de empleos directos e indirectos a la economía, además del capital simbólico que representa en términos de divulgación de las artes como estímulo social e individual para el mejoramiento de la calidad de vida.
Las empresas culturales están organizadas básicamente en corporaciones con fines y sin fines de lucro, aunque en ambas su finalidad es la producción de bienes artísticos y culturales que, a través de una amplia gama de productos y servicios, abarca la rica diversidad de nuestra creación artística. Son las empresas culturales la espina dorsal de la vida cultural puertorriqueña pues es gracias a dicho empresarismo que- en gran medida- permite la promoción, divulgación y desarrollo de nuestras expresiones artísticas tanto a nivel nacional como internacional. Y, propicia también el intercambio con expresiones culturales de otras latitudes. Hecho éste que aporta cualitativamente al enriquecimiento cultural del pueblo.
En Puerto Rico, estas entidades -ya sean compañías, corporaciones, cooperativas con o sin fines de lucro- operan de manera independiente. No existe -salvo muy recientemente la Fundación del Banco Popular- un centro o cluster en el que estas entidades culturales puedan llevar a cabo sus operaciones administrativas y, al mismo tiempo, poder compartir entre colegas ideas y problemas relacionados con su profesión y particular área de trabajo cultural.
Ese “brainstorming” que se posibilita de manera natural al compartir en comunidad, supone un valor añadido que contribuiría a potenciar nuevas ideas y proyectos más ambiciosos e innovadores. De ahí que a través de este cluster de empresarios culturales se estarían propiciando alianzas y colaboraciones de distinta índole que, en el aislamiento en el que actualmente operan, posiblemente no se hubieran dado.
La idea es crear un centro que una y reúna a entidades culturales diversas, pero cada una con su espacio propio y privado para realizar sus labores administrativas y clericales. Se trata pues de compartir una vecindad entre colegas creativos que propicien la comunicación y colaboración a partir de fines comunes. Espacios de trabajos propios y comunes que generen sinergias y alianzas.
Para hacer viable este proyecto se requiere identificar un local o edificio ubicado en una zona céntrica de Santurce que cuente con las facilidades mínimas para ser habilitado para estos fines. El edificio que se encuentra circa la Ave. Ponce de Léón # 1433 Esq. 292 Calle Culto, frente al Centro de Bellas Artes es el espacio idóneo para desarrollar este centro de empresas culturales sin fines de lucro.
El edificio cuenta con cuatro niveles de construcción con un área habitable de 1,500 pies cuadrados por piso, dividido en unas diez oficinas o habitaciones de diferentes tamaños y con dos baños completos en cada piso. Tiene construida la caja de hormigón para instalar un ascensor, así como las instalaciones y conexiones de agua y luz. La primera planta está diseñada para albergar una cafetería con un área neta de 2,200 pies cuadrados. (antes estaba el Burger King).
Cuenta además con una amplia azotea con una vista espectacular de la ciudad, la cual se accede de manera natural por una escalera interior. El edificio data del año 1935. Su diseño Art Déco es único por la profusión ornamental de sus balcones así como el frecuente recurso de motivos geométricos en su fachada. Ha sido incluido en el distrito de Conservación y Restauración de Recursos Históricos (CR-H) de la Oficina de Planificación y Ordenación Territorial del Municipio de San Juan. Ocupa un solar privilegiado pues se encuentra en el corazón del corredor digital y del área artística y cultural de Santurce.
La condición existente de este edificio requiere mejoras constructivas pues lleva varios años en desuso y ha sido vandalizado en múltiples ocasiones, incluyendo la subestación eléctrica. No obstante, debido a su sólida construcción en concreto armado a nivel estructural aparentemente está en buenas condiciones. (Afirmación que debe ser verificada por un ingeniero estructural). Otro aspecto ventajoso para viabilizar el centro o cluster de empresas culturales es la división en oficinas que ya tiene, por lo que abarataría considerablemente la rehabilitación y remodelación interior del edificio.
Crear un Centro de Empresas Culturales (CEC) sin fines de lucro en dicho espacio requiere de un plan de acción a corto y mediano plazo, tanto a nivel legal y administrativo como a través de estrategias de recaudación de fondos para la rehabilitación del edificio así como establecer conceptualmente la figura jurídica que cobijará el funcionamiento de este Centro de Empresas Culturales. El CEC además de administrar el edificio puede preparar propuestas, desarrollar proyectos propios y participar en coproducciones de eventos culturales, artísticos y educativos. La estructura organizativa del CEC debe ser ágil, funcional y transparente. Una Junta de Directores compuesta de personas con experiencia y representativas de la comunidad santurcina y/o del arte, la cultura, la educación y el comercio. El CEC debe contar con un personal mínimo compuesto por un direct@r-administrad@r, una secretari@-coordinador@, y un supervisor de servicios generales (planta física, mantenimiento y compras).
Ricardo Cobián Figeroux, Ph.D.